Dios comienza a tener un Trato especial conmigo en donde me ha mostrado que llegó el momento en donde tengo que ir y predicar su palabra. El me despertó una madrugada, comencé a hablar con Él, le dije las cosas que me estaban inquietando. Fue allí cuando Él me dio la Palabra de Marcos. 4:21, donde me enseñó que la luz no puede estar escondida. Yo le había preguntado que cómo era que yo me tenía que presentar al ir a predicar a los lugares que Él me iba a enviar y es allí cuando Él me dio el Nombre de este Ministerio: LUZ A LAS NACIONES. Este ministerio nació en el corazón de Dios y no sé cómo Él va abrir puertas pero lo hará... Con Dios todo es posible.